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martes, 26 septiembre 2023
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    Contra el Darwinismo Social

    Cuando amaine la tormenta, cuando la lluvia y fuego dejen en paz otra vez la tierra, el mundo ya no será el mundo, sino algo mejor.

    Selva Lacandona, agosto de 1992

    1 DE ENERO DE 1996

    Herman@s:

    No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder.

    Nosotros nacimos de la noche. En ella vivimos. Moriremos en ella. Pero la luz será mañana para los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche, para quienes se niega el día, para quienes es regalo la muerte, para quienes está prohibida la vida.

    Por trabajar nos matan, por vivir nos matan. Por luchar nos matarán, pero así nos haremos un mundo donde nos quepamos todos y todos nos vivamos sin muerte en la palabra. Nos quieren quitar la tierra para que ya no tenga suelo nuestro paso. Nos quieren quitar la historia para que en el olvido se muera nuestra palabra. Luchamos para hablar contra el olvido, contra la muerte, por la memoria y por la vida. Luchamos por el miedo a morir la muerte del olvido.

    Hay palabras y mundos que son mentiras e injusticias. Hay palabras y mundos que son verdades y verdaderos. Nosotros hacemos mundos verdaderos. Nosotros somos hechos por palabras verdaderas. El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos. La Patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas.

    CRÍMEN DE ESTADO HECHO EN MÉXICO

    Sin dejar de ser hostigados y atacados desde 1994 por el Estado mexicano (ejército, grupos paramilitares, policías municipales, estatales y federales, partidos políticos) y los grandes capitales (guardias blancas, cárteles de droga, armas y personas, medios de comunicación), el EZLN no solo ha logrado resistir a la violencia en todas sus formas, sino que ha crecido como organización, se ha desarrollado como proyecto y ha construido una autonomía civil.

    A casi 30 años de su levantamiento, es innegable que los Caracoles, las Juntas de Buen Gobierno y los Municipios Autónomos son reconocidos en todo el mundo cuando se habla de una posibilidad real para un horizonte diferente al neoliberalismo. Desgraciadamente, no solo siguen dándose las condiciones para una masacre en Chiapas, específicamente en territorio zapatista, sino que las masacres ya están sucediendo.

    La tarde-noche del vierenes pasado, 3 de junio, 7 indígenas tsotsiles fueron asesinados cuando un comando armado abrió fuego contra una multitud de 200-300 personas desplazadas de sus comunidades y que, en ese momento, habían logrado llegar a un campamento de refugiados. Entre los asesinados se encuentra un bebé de 3 años, y toda su familia.

    Durante los primeros años de la contrainsurgencia (1994-97) comandada por el entonces presidente, Ernesto Zedillo, más de 40 indígenas fueron asesinados en el estado de Chiapas cada mes. Y, como no podía ser de otra forma, el pico de esta violencia culminó en lo que hoy se recuerda como La matanza de Acteal, donde un grupo paramilitar masacró a medio centenar de personas en una pequeña comunidad de la selva con ese nombre.

    A pesar de todas las señales que advertían que algo así estaba por ocurrir, los paramilitares pudieron llegar hasta la comunidad sin que ninguna autoridad los abordara en su camino (hasta la fecha Chiapas tiene el mayor número de elementos de seguridad militar en el país) y abrieron fuego durante horas. La gente se encontraba rezando en la pequeña capilla de lámina cuando La Muerte entró por ellos —sobrevivientes relataron que podían escuchar a los paramilitares acercándose. Muchos de los asesinados llevaban días ayunando por la paz en el estado, la mayoría eran mujeres y niños.

    Además de puntualizar que hasta le fecha no existe ningún responsable por la matanza, ni convicto ni en prisión preventiva, ni intelectual ni material, quizá de las peores cosas que ocasiona la impunidad en hechos como el de Acteal o como los que están sucediendo ahora mismo en Chiapas (y tantas otras partes) es que, en un ambiente irracionalmente polarizado, si sirven de algo es para dividir solidaridades y transformar, por medio de la impotencia, la indignación de mucha gente en indiferencia.

    GUERRA A LA INDIFERENCIA

    La indiferencia opera con fuerza en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Lo que ocurre no ocurre tanto porque algunas personas quieren que eso ocurra, sino porque la masa de los hombres deja hacer, deja que se aten los nudos que luego sólo la espada puede cortar. La indiferencia es el peso muerto de la historia. El mal que se abate sobre todos no es tanto debido a la iniciativa de los pocos que trabajan, como a la indiferencia y absentismo de los muchos.

    El progreso no consiste en otra cosa que en la participación de un número cada vez mayor de individuos en un bien. La fatalidad que parece dominar la historia no es otra cosa que la apariencia de esta indiferencia, de este absentismo. Entonces parece ser la fatalidad la que lo arrolla todo y a todos, un enorme fenómeno natural del que son víctimas todos, quien quería y quien no quería, quien lo sabía y quien no lo sabía, quien había estado activo y quien era indiferente.

    Y este último se irrita, querría escaparse de las consecuencias, querría dejar claro que él no quería, que él no es el responsable. Pero nadie o muy pocos culpan a su propia indiferencia, a su escepticismo, a no haber ofrecido sus manos y su actividad a los grupos de ciudadanos que, precisamente para evitar ese mal, combatían, proponiéndose procurar un bien.

    RESISTIR CON LA ESPERANZA

    En octubre de 1994, la Sedena publicó de manera confidencial y para sus altos mandos el Plan de Campaña Chiapas 94, cuyo primer objetivo estratégico-operacional en concreto, a la letra, dice: “DESTRUIR LA VOLUNTAD DE COMBATIR EL E.Z.L.N., ASILANDO DE LA POBLACIÓN CIVIL Y LOGRAR EL APOYO DE ESTA, EN BENEFICIO DE LAS OPERACIONES” (sic). Tras nombrar el resto de objetivos militares, el documento sigue en un monólogo de guerra y odio anti-zapatista hasta cerrar, 34 páginas después, con la aprobación del “GRAL. SRIO.DE LA DEF. NAL.”

    Este es un llamado a no engañarnos: si el teatro de la violencia en Chiapas está siendo saturado, es porque sigue existiendo una estrategia general contrainsurgente dirigida a hostigar un proyecto reconocido y legitimado a nivel global por su posibilidad de construir un camino diferente al del neoliberalismo. No hay que perderse en esa maraña de incidentes que parecerían aislados unos de los otros, pues la mayoría de las tropas de los tres ejércitos (Sedena, crimen organizado y paramilitares) se han colocando en territorio zapatista.

    El 1 de junio pasado, el Gral. Víctor Fernández Mondragón, Coordinador Estatal de la Guardia Nacional en Chiapas, afirmó que “el control [en la zona de conflicto en Chiapas] no es del crimen organizado sino de las Fuerzas Armadas”. Luego, incorporando a su discurso al fraseo del presidente López Obrador, el Gral. remató la entrevista, diciendo: “Chiapas no está al filo ni al borde de la guerra civil, como dicen algunas ONGs”. Sin embargo sucedieron los asesinatos a mansalva de los 7 indígenas tsotsiles, dos días después.

    Los ataques paramilitares no son un conflicto entre comunidades —han dicho las personas más expertas sobre el tema—, sino responsabilidad directa del gobierno de Chiapas y Federal. El primero por permitirle el ingreso al crimen organizado y el segundo por no hacer nada para evitarlo. Ya desde septiembre de 2021, el úlitmo comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) denunciaba que: “EL DESGOBIERNO DE RUTILIO ESCANDÓN ESTÁ HACIENDO TODO LO POSIBLE PORQUE SE DESESTABILICE AL SURORIENTAL ESTADO MEXICANO DE CHIAPAS”. Y si lo que se ve no se pregunta, va de paso que Rutilio Escandón es cuñado del Secretario de Gobernación y pre-candidato de Morena, Adán Augusto López.

    Además de lo anterior, el mismo comunicado del CCRI señalaba que: “EL GOBIERNO DE CHIAPAS NO SÓLO SOLAPA A LAS BANDAS DE NARCOTRAFICANTES, TAMBIÉN ALIENTA, PROMUEVE Y FINANCIA A GRUPOS PARAMILITARES COMO LOS QUE ATACAN CONTINUAMENTE COMUNIDADES EN ALDAMA Y SANTA MARTHA.” Precisamente, las comunidades de origen de los 7 indígenas asesinados la tarde-noche del viernes.

    Y sin embargo los territorios y comunidades zapatistas insisten en el camino de la paz.

    CIUDADANÍA Y OMISIÓN

    El hecho de que exista jurídicamente un delito por omisión, debería hacernos reflexionar en serio.

    Para que un comportamiento sea omisivo, se dice, deben existir dos elementos esenciales: la posibilidad de salvamento de un bien y el conocimiento del peligro que corre ese bien. Omite quien no realiza la acción final, a pesar de tener la capacidad de hacerla y el conocimiento del posible mal, dice una máxima al respecto.

    O sea que cuando podemos hacer algo para evitar las consecuencias de un evento negativo y, voluntariamente, no lo hacemos, estamos cayendo en omisión. Naturalmente, las consecuencias del evento deben ser socialmente relevantes; y también hay que saber que, aún cuando intentemos que algo no suceda, a lo mejor no pueda evitarse. Pero sostengo el punto de este argumento:

    El delito/crimen de omisión no consiste en provocar ni evitar que suceda algo negativo para todos,  sino en tener la posibilidad de hacer algo al respecto y no hacer nada para evitarlo.

    CONTROLAR A LOS MONSTRUOS

    PUEBLO DE MÉXICO: Nosotros, hombres y mujeres íntegros y libres, estamos conscientes de que la guerra que declaramos es una medida última pero justa. Los dictadores están aplicando una guerra genocida no declarada contra nuestros pueblos desde hace muchos años, por lo que pedimos tu participación decidida apoyando este plan del pueblo mexicano que lucha por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Declaramos que no dejaremos de pelear hasta lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático.

    Así terminaba, la Comandancia General del EZLN, la Primera Declaración de la Selva Lacandona, fechada “año de 1993”. El resto, como dicen, ya es Historia de México. A meses de cumplirse 30 años del levantamiento zapatista, es innegable que el EZLN ha sido un elemento decisivo en la llamada “transición a la democracia” del México moderno, acelerando la derrota político-electoral del PRI en la recta final del siglo pasado, y reivindicando vigorosamente las luchas de minorías, sean estas énicas, de clase y de género, y educando políticamente a más de una generación en México y en el mundo. Ni qué decir sobre su influencia en los movimientos alter-mundistas y contra la globalización del libre mercado, en la primera década del siglo XXI y toda la legitimidad con la que volvió a cargar de dignidad y rebeldía de la lucha de todos los pueblos originarios y oprimidos del mundo.

    Entonces, ¿por qué se comporta como lo está haciendo el Gobierno Federal de López Obrador? ¿Por qué repite lo que hizo el PRI y toda su decendencia (la partidocracia mexicana)? ¿Por qué no ha aprobado este Congreso de la Unión los Acuerdos de San Andrés? ¿Por qué no han querido debatir ni la propuesta de Ley del propio Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas? ¿Por qué niegan, otra vez, que existimos quienes no queremos el mismo mundo que ellos? ¿Por qué siguen creyendo que progreso y desarrollo solamente avanzan en el mismo río? ¿Por qué dice, López Obrador, que admira el tejido social que construyeron los pueblos del México antigüo mientras hace “de seguridad nacional” los proyectos que destruirán, obviamente, gran parte de ese tejido social por la forma en que están dados?

    Como escribió Gramsci sobre el problema de la guerra: No es fácil responder a estas preguntas. Pero eso no quiere decir que sea absolutamente imposible, o que no sea útil tratar. Así que desde la parte mexicana más alejada de Chiapas y junto con el Congreso Nacional Indígena y todxs lxs adherentes de la Comisión Sexta, Nacional e Internacional, advertimos que la guerra que han declarado a los pueblos originarios, guardianes de la Madre Tierra, nos obliga a actuar organizadamente para detener la violencia que crece y para restablecer nuestra conexión y cuidado de La Vida.

    Y es que, después de tanto, quizá solo nos queda escuchar la sentencia que hace Dante en su Divina Comedia —“Los confines más oscuros del infierno están reservados para aquellos que eligen mantenerse neutrales en tiempos de crisis moral”—, e intentar salvar a nuestra alma de una eternidad en el infierno. Será lo mínimo que podemos hacer como muestra de respeto a tanto esfuerzo, desde abajo y a la izquierda.

    Quede, pues, cargado de digna rabia y alegre rebeldía este llamado e invitación de lucha, contra la guerra del todxs contra todxs y el darwinismo social:

    INTÉGRATE A LA ACCIÓN SOLIDARIA NACIONAL E INTERNACIONAL

     ¡ ALTO A LA GUERRA CONTRA LOS PUEBLOS ZAPATISTAS !

    JUEVES 8 DE JUNIO DEL AÑO 2023

    EN LA PLAZA FRENTE AL HOTEL DEL NORTE/GARITA INTERNACIONAL

    EN EL CENTRO HISTÓRICO DE MEXICALI

    A LAS 7 DE LA TARDE

    5 de junio del año 2023

    Por un mundo donde quepan muchos mundos

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